Histotecnología Vegetal
- Dec 18, 2023
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Es correcto que todas las plantas comparten tres tipos fundamentales de tejidos: el tejido dérmico, el tejido fundamental y el tejido vascular. Estos tejidos cumplen funciones específicas en la estructura y el funcionamiento de las plantas. Sin embargo, la organización celular dentro de cada tipo de tejido puede variar significativamente entre diferentes especies vegetales. Esta variabilidad estructural es la responsable de las notables diferencias entre las plantas, y, en consecuencia, se requieren diversos métodos histológicos para procesarlas y estudiar sus características microscópicas.
1. Tejido Dérmico:
- Epidermis: Capa externa que recubre la superficie de la planta.
- Estomas: Estructuras especializadas en la epidermis que regulan el intercambio gaseoso.
2. Tejido Fundamental:
- Parénquima: Células con funciones de almacenamiento, fotosíntesis y soporte.
- Colénquima: Células con paredes celulares engrosadas que proporcionan soporte.
- Esclerénquima: Células con paredes celulares muy engrosadas y lignificadas para mayor rigidez.
3. Tejido Vascular:
- Xilema: Conduce agua y minerales desde las raíces hasta otras partes de la planta.
- Floema: Transporta nutrientes fotosintetizados desde las hojas hacia otras partes de la planta.
Dado que la estructura celular puede variar incluso dentro de una misma categoría de tejido, se requieren diferentes métodos histológicos para estudiar cada tipo de tejido de manera efectiva. Algunos de los métodos utilizados en histología vegetal incluyen la fijación, inclusión, corte y tinción de las muestras para su posterior observación microscópica. También se pueden emplear técnicas específicas, como la tinción de lignina para destacar las paredes celulares lignificadas en ciertos tejidos.
En resumen, aunque las plantas comparten tipos de tejidos comunes, sus diferencias estructurales inherentes hacen que sea esencial utilizar una variedad de métodos histológicos para estudiar y comprender la diversidad de la anatomía vegetal.
El examen en fresco es un método sencillo que ofrece la ventaja de no causar alteraciones en las muestras. Sin embargo, su aplicación en histología animal presenta limitaciones, ya que solo es práctico para organismos vivos de pequeño tamaño o para piezas sumergidas por un tiempo limitado en líquidos fisiológicos, como soluciones de Ringer, Locke o Tyrode. En histología vegetal, este método es más viable debido a la posibilidad de cultivar plantas en el laboratorio o transportarlas desde el campo sin que se produzcan procesos de lisis tan rápidamente como en los tejidos animales.
A pesar de las ventajas del examen en fresco, en histología vegetal, con frecuencia es necesario recurrir al uso de fijadores. Esto puede deberse a la recolección de muestras en ubicaciones distantes durante expediciones botánicas extensas o a la prolongación de los trabajos, lo que requiere la fijación de las muestras para su estudio.
Es importante destacar que, aunque las plantas presentan ventajas sobre los animales en términos de resistencia a la lisis, en histología vegetal se emplean técnicas de fijación. Estas técnicas, específicas para microscopía óptica, se utilizan para preservar la estructura y composición de las muestras.
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